En lo que respecta al diseño para el ahorro energético en salas blancas farmacéuticas, la principal fuente de contaminación del aire no son las personas, sino los nuevos materiales de construcción, detergentes, adhesivos, material de oficina moderno, etc. Por lo tanto, el uso de materiales ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, con bajos índices de contaminación, puede reducir considerablemente la contaminación en las salas blancas de la industria farmacéutica, lo que también contribuye a disminuir la carga de aire fresco y el consumo energético.
El diseño para el ahorro energético en salas blancas farmacéuticas debe considerar exhaustivamente factores como la capacidad de producción, el tamaño de los equipos, el modo de operación y la interconexión de los procesos de producción anteriores y posteriores, el número de operarios, el grado de automatización, el espacio disponible para el mantenimiento y el método de limpieza, entre otros, con el fin de reducir los costes de inversión y operación y cumplir con los requisitos de ahorro energético. En primer lugar, se debe determinar el nivel de limpieza según los requisitos de producción. En segundo lugar, se deben implementar medidas locales para áreas con altos requisitos de limpieza y posiciones de trabajo relativamente fijas. En tercer lugar, se debe permitir el ajuste de los requisitos de limpieza del entorno de producción en función de las condiciones de producción.
Además de los aspectos mencionados, el ahorro energético en la ingeniería de salas blancas también puede basarse en niveles adecuados de limpieza, temperatura, humedad relativa y otros parámetros. Las condiciones de producción de salas blancas en la industria farmacéutica, especificadas por las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF), son: temperatura de 18 °C a 26 °C y humedad relativa del 45 % al 65 %. Dado que una humedad relativa demasiado alta favorece el crecimiento de moho, lo cual dificulta el mantenimiento de un ambiente limpio, y una humedad relativa demasiado baja propicia la acumulación de electricidad estática, lo que genera incomodidad, según la producción real de los preparados, solo algunos procesos tienen requisitos específicos de temperatura o humedad relativa, mientras que otros se centran en la comodidad de los operarios.
La iluminación en las plantas biofarmacéuticas tiene un impacto significativo en el ahorro energético. La iluminación de las salas blancas en estas plantas debe basarse en la premisa de satisfacer las necesidades fisiológicas y psicológicas de los trabajadores. Para las zonas de alta iluminación, se puede utilizar iluminación localizada, y no es apropiado aumentar el estándar mínimo de iluminación de toda la planta. Asimismo, la iluminación en las áreas no productivas debe ser menor que en las áreas de producción, pero se recomienda que no sea inferior a 100 lúmenes.
Fecha de publicación: 23 de julio de 2024
